La magia de la Montanera: Un viaje por la crianza del cerdo ibérico de bellota
Publicado el : 16/01/2024 18:40:34
Categorías : Sabías que
En la tradición gastronómica española, no cabe duda de que el cerdo ibérico de bellota es un verdadero tesoro culinario único. Pero, ¿cuál es una de las razones de que este producto sea tan especial? La respuesta se encuentra en una etapa crucial de su crianza conocida como la Montanera.
La Montanera es el último y más importante período en la vida del cerdo ibérico. Este proceso natural ocurre durante los meses de otoño e invierno, mientras los cerdos pastan en libertad en las dehesas, un paraíso natural poblado de hermosas encinas y alcornoques que no solo les brinda su sustento, sino que también promueve un ejercicio físico continuo y esencial. Aquí, los cerdos se alimentan principalmente de bellotas, hierbas y otros recursos naturales que encuentran en estos extensos pastizales.
La dieta a base de bellotas durante la Montanera es lo que otorga al jamón ibérico sus características únicas. Las bellotas están repletas de ácidos grasos saludables, que se infiltran en la carne del cerdo, dándole un sabor y una textura inigualables. Este proceso natural no solo mejora la calidad de la carne, sino que también contribuye al bienestar del animal, permitiéndole vivir en un entorno libre y natural.
En la Montanera, los cerdos ibéricos caminan más de 10 kilómetros al día en busca de su preciado alimento: las bellotas recién caídas de los árboles. Esta actividad física constante es fundamental, ya que contribuye a una mejor distribución de las grasas intramusculares, lo que a su vez, mejora significativamente la calidad de su carne.
Cada día, estos animales consumen entre 7 y 10 kilos de bellotas, las cuales son ricas en ácidos grasos saludables. Este festín diario, combinado con el ejercicio, hace que la grasa se infiltre de manera uniforme en los músculos, otorgando al jamón ibérico esa textura suave, veteada y un sabor inconfundible que lo distingue en el mundo gastronómico.
En Jamones Aljomar, entendemos la importancia de respetar y seguir fielmente esta tradición. Nuestros cerdos ibéricos son criados con el mayor cuidado, asegurando que disfruten de la Montanera en las mejores condiciones posibles. Este compromiso con la calidad y el respeto a la naturaleza es lo que nos permite ofrecer productos ibéricos excepcionales, capaces de satisfacer los paladares más exigentes. Somos conscientes de que la Montanera no es solo una etapa, sino un arte que requiere paciencia, respeto y pasión.
La Montanera no es solo una fase en la crianza del cerdo ibérico; es un arte que encapsula la esencia de nuestra cultura y tradición; y nos permite llevar a su mesa no solo un producto, sino una pieza de nuestra herencia cultural comprometida desde hace más de 30 años con la excelencia.